VOLVIENDO A LO NATURAL..

Quien no tuvo una abuela o persona mayor en la familia que haya aportado un te maravilloso o una receta milagrosa para quemadura, insolación, un emplasto mágico para una herida infectada,en fin, todo lo que se trate de AROMATERAPIA, MEDICINA NATURAL, HIERBAS, FLORES DE BACH en forma de té, emplastos, pócimas, baños, oleos, esencias, etc, etc, pues lo vamos a tener listo para preparar y usar.
Estamos pasando plumero por los recuerdos y plasmando en forma de contenido toda la sabiduría ancestral, contenidas en la naturaleza desde la Creación.

YA TODO FUE CREADO Y ESTA BAJO EL SOL..
VAMOS A UTILIZARLO PARA SU USO ORIGINAL; EL BIENESTAR DEL HOMBRE

sábado, 1 de octubre de 2011

LA BELLADONA

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Origen
Antes del reconocimiento oficial de sus cualidades terapéuticas, la belladona, cuyo origen es europeo, estuvo vinculada a la brujería y a múltiples historias de envenenamientos célebres.

Etimología

El nombre científico de la belladona, Atropa belladona, deriva de Atropos la inevitable hija de la noche y Erebeo, la más vieja de las tres parcas encargadas de cortar el hilo de la vida. Esto da una idea sobre su grado de toxicidad. Según Arias Carbajal (1) se le llama belladona por el uso que las damas romanas hacían de su jugo para embellecerse el cutis; según Brau (4) viene de la propiedad midriática de su alcaloide que, dilatando las pupilas, hace hermosas a las mujeres; y según Saury (18) viene del uso cosmético que se le daba para embellecer la mirada de las damas.

QUÍMICA
La planta crece a la sombra de los árboles, en colinas boscosas o yacimientos carboníferos; puede alcanzar una altura de metro y medio. Sus flores son de color púrpura oscuro.

El fruto que contiene 0.1% de atropina, es una baya esférica y negruzca del tamaño de una cereza.

Usualmente la raíz tiene concentraciones mayores del alcaloide que van del 0.4 al 0.6%.

Composición

El principio activo de la Atropa belladona es la atropina, aislada por Mein en 1831; aunque también presenta concentraciones menores de escopolamina.

Comercialmente, la belladona se puede adquirir en México bajo los nombres de Alepsal®, Belminal®, Citrobel®, Donnazyne®, Pulmovital®, Trinergot®, etc. La atropina sola se comercializa como Atropin®, Lumitropil®, Nablan®, Pavenal®, etc.

Formas de adulteración
Ninguna.

FARMACOLOGÍA
Mecanismo de acción y formas de empleo

En la medicina herbolaria suelen prepararse cocimientos con las bayas y la raíz de la planta. En la medicina moderna la belladona se aplica localmente en forma de solución durante intervenciones oftálmicas, y en tabletas, cápsulas o gotas de administración oral. Los efectos comienzan entre los 15 y los 30 minutos. Al llegar al cerebro en dosis bajas, la atropina bloquea los receptores de la acetilcolina deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas; en dosis elevadas, se presenta una estimulación antes de la depresión.

Usos terapéuticos
En la terapéutica herbolaria «esta planta narcótica que tan buen servicio proporciona a la Medicina y en general a la humanidad doliente», según Arias Carbajal, (1) se aplica en caso de neuralgias, tos nerviosa, asma, convulsiones, coqueluche, epilepsia, constricciones espasmódicas y algunas enfermedades de los ojos. En la medicina moderna se utiliza para bloquear los impulsos de las terminaciones nerviosas previniendo las contracciones de los músculos involuntarios, a tal grado que difícilmente puede llevarse a cabo una operación de los ojos sin la ayuda de esta valiosa droga. (11) La atropina se ha utilizado en conjunción con la levadopa para tratar la enfermedad de Parkinson. Se emplea también como diurético, sedativo, analgésico leve y antídoto contra la intoxicación por hongos que contengan alcaloides muscarínicos como el Amanita muscaria.

Dosificación

Dentro de la medicina herbolaria, para cada aplicación intraocular se requieren entre una y tres gotas de extracto de hojas de belladona; para preparar linimentos de aplicación cutánea, 5 gm de hojas o 2 gm de la raíz pulverizada; para ingestión oral, entre 5 y 15 gotas de bayas maceradas en alcohol. En usos rituales o recreativos se utilizan dosis más fuertes. Suelen ingerirse tres o cuatro bayas, o extractos alcoholatados en proporciones que fluctúan entre los 10 y los 15 gm por toma. En la medicina occidental las dosis terapéuticas bajas van de 0.5 a 1mg y las altas de 2 a 5 mg; más de 10 mg se consideran peligrosos.

Efectos psicológicos y fisiológicos

Dosis leves reducen la salivación y la sudoración. Con dosis mayores aumentan el pulso y el ritmo respiratorio, la acción de los músculos involuntarios decrece, la frecuencia cardiaca se acelera, la dilatación de las pupilas es muy marcada y se inhibe la acomodación ocular, es decir, el cristalino se fija para la visión lejana y los objetos cercanos se ven borrosos. Cuando la atropina se aplica directamente al ojo, la acomodación y los reflejos oculares no se recuperan durante 7 a 12 días. Con dosis aún mayores se inhibe la micción y se presentan alucinaciones visuales y auditivas. Según Brau: “Los granos arrojados a carbones encendidos dan vértigos seguidos de alucinaciones. Los objetos pequeños adquieren dimensiones enormes. Se ven también sucesiones de puntos luminosos en forma de lluvia de oro, lo que a veces hace que se le dé el nombre de Alucinación-Danae.” (4) El uso prolongado puede causar estreñimiento crónico. No se ha confirmado daño genético en humanos; sin embargo, algunos estudios con animales arrojan anormalidades fetales.

Potencial de dependencia

La belladona no provoca tolerancia ni adicción física o psicológica. Su retiro no supone síndrome abstinencial alguno.

QUÉ HACER EN CASO DE EMERGENCIA

Un síntoma peculiar de la intoxicación por belladona es la pérdida completa de la voz, aunada a movimientos continuos e incontrolados de los dedos y las manos.

El experto en medicina herbolaria Arias Carbajal asegura en su libro Plantas que curan y matan que: “el uso de la Belladona reclama mucha prudencia, siquiera administrada a dosis un poco elevadas produzca vértigos, náuseas, dilatación de las pupilas, delirios, algunas veces inyección en la cara, alucinaciones y con frecuencia la muerte, como remate a este cortejo de funestos accidentes.” (1) En caso de envenenamiento accidental recomienda tomar lo más pronto posible alguna sustancia que provoque vomitivo, como un vaso grande de vinagre caliente o agua de mostaza, posteriormente un vaciado estomacal seguido de una dosis de magnesia, estimulantes como café cargado, y de ser necesario hay que ayudar al paciente con respiración artificial.

HECHOS INTERESANTES
Régimen legal actual

La belladona es una droga legal, puede cultivarse y venderse libremente. Sus preparados médicos no requieren receta médica.
Leyendas europeas

Las ménades de las orgías dionisiacas en la mitología griega, se arrojaban con los ojos dilatados a los brazos de los hombres que adoraban a este dios, o bien "con los ojos de fuego", caían entre los hombres para despedazarlos y comérselos. El vino de las bacanales frecuentemente era adulterado con jugo de belladona. Otra creencia de la época clásica sostenía que los sacerdotes romanos bebían belladona antes de hacer las súplicas de victoria a la diosa de la guerra. (5)

De acuerdo con algunas tradiciones orales que se conservan en tierras europeas, el espíritu que habita dentro de la planta de belladona sólo sale una noche al año: la noche de Walpurias, cuando se prepara para celebrar el Sabbath con las brujas. En tierras célticas hay una superstición que vincula a la belladona con una hechicera encantadora a la que es peligroso mirar, aunque una versión más generalizada sugiere que cierta secta de sacerdotes tomaba una infusión de belladona para honrar e invocar la ayuda de Bellona, diosa de la guerra.

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